Condensación sin cobertura
Humedad por condensación: un problema frecuente sin cobertura
¿Te has encontrado con manchas oscuras en techos o esquinas de tu casa? ¿Paredes húmedas y moho en invierno? Podrías estar enfrentando un problema de humedad por condensación, un fenómeno común pero subestimado.
La condensación ocurre cuando el vapor de agua presente en el ambiente entra en contacto con superficies frías, como ventanas, muros o techos, formando gotas que con el tiempo generan moho y malos olores. A diferencia de otras formas de humedad como filtraciones o fugas, esta no proviene de una avería estructural, sino de condiciones internas del hogar.
Factores como una mala ventilación, el uso frecuente de calefacción, secar ropa en interiores o incluso cocinar sin extractor agravan esta situación. El problema no solo es estético: la humedad por condensación puede afectar la salud respiratoria y dañar muebles, pintura y revestimientos.
Mucha gente cree que porque durante el día tienen la casa ventilada, no puede tener condensación, pero es algo que no es así del todo, hay que tener en cuenta que las gotas de condensación generadas veces por las noches en las habitaciones cerradas, se filtran en la pared, así que aunque se ventile durante el día, pueden surgir manchas por condensación.
Muchos propietarios se sorprenden al saber que este tipo de daño no está cubierto por el seguro de hogar tradicional. La razón es simple: las pólizas suelen amparar daños accidentales o imprevisibles, mientras que la condensación es considerada evitable con un mantenimiento adecuado.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
-
Ventila diariamente, especialmente en baños y cocinas.
-
Usa deshumidificadores o extractores de aire.
-
Mantén una temperatura constante en el hogar.
-
Aísla bien techos y muros exteriores.
¿Quieres saber si tu seguro cubre otros tipos de humedad? Revisa tu póliza o consulta con tu corredor de seguros. En muchos casos, puedes complementar tu cobertura con garantías adicionales que te protejan frente a más riesgos.
💡 Consejo: Haz una revisión anual del estado de tu hogar y mejora tus hábitos de ventilación. Prevenir la humedad por condensación es más barato que repararla.
